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domingo, 30 de octubre de 2016

Los 15 diputados del PSOE que votaron no

Quince diputados socialistas han votado en contra de la investidura de Mariano Rajoy, en la segunda votación del proceso, que se resolvía por mayoría simple. Descontando a los siete parlamentarios del PSC, también hay representantes de las federaciones de Baleares —sus dos diputados, Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, no han acatado la resolución del comité federal— Aragón, Castilla y León, Galicia, Madrid y País Vasco. Adriana Lastra y María González Veracruz, que pertenecieron a la dirección de Pedro Sánchez, han votado “por imperativo, abstención”.
El candidato del PP ha acabado así con su condición de presidente interino desde hace casi un año ya que necesitaba la abstención de 11 parlamentarios de los 84 que forman el grupo parlamentario del PSOE. Seis de los diputados rebeldes –su número ha aumentado de 14 a 15 tras la renuncia de Pedro Sánchez; había una decena de parlamentarios que dudan entre la abstención y el no- han explicado a EL PAÍS sus argumentos para mantenerse en el no, pese a contravenir la resolución que el comité federal aprobó el pasado domingo de abstenerse en segunda votación por 136 votos (59,15%) a 96 (40,85%).
El presidente y portavoz del grupo, Antonio Hernando, se ha reunido durante la jornada con algunos de los diputados cuyo voto no estaba claro para intentar hacerles cambiar de parecer, han afirmado algunos de los protagonistas. La sanción a los diputados rebeldes puede ir desde una multa económica de 600 euros hasta la expulsión. El artículo 78 de los estatutos federales del PSOE establece que los miembros del grupo parlamentario “están sujetos a la unidad de actuación y disciplina de voto”. “Si la actuación originada” por los diputados “se estimase grave por el comité federal”, añade, “este tendría facultades para proceder a darle de baja en el grupo parlamentario, procediendo a incoar el correspondiente expediente, que será tramitado por la comisión federal de ética y garantías para que dicte las resoluciones a adoptar”.
Así dijeron 'no' los 15 diputados rebeldes del PSOE. ATLAS
Meritxell Batet, cabeza de lista por Barcelona y en la dirección del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso. Diputada las cinco últimas legislaturas y licenciada en Derecho, pertenecía a la ejecutiva de Sánchez, que la llevó como segunda en la lista de Madrid en las elecciones del 20-D. Su primer cargo orgánico fue la secretaría de estudios y programas en la dirección del ex secretario general. También participó en las reuniones del equipo negociador para intentar lograr los apoyos necesarios y formar Gobierno previas a la investidura fallida de Sánchez y en los dos meses siguientes. Batet no cree que vaya a romperse la relación entre PSOE y PSC pese a que los socialistas catalanes rompan la disciplina de voto: “No conviene a nadie”.
Marc Lamuà, secretario de Organización por Girona y doctor en Arqueología. “Nuestros motivos son en dos vertientes: la primera, una de tipo orgánico. Nuestro máximo órgano entre congresos, el Consell Nacional, se manifestó claramente por 241 votos favorables y una sola abstención a que nuestro grupo de siete diputados se mantuviera en el no en primera y en segunda votación. Es lo que vamos a hacer, es lo que nos han mandatado nuestros compañeros y nuestros representantes”, explica este diputado las dos últimas legislaturas, en representación de los demás parlamentarios del PSC: Manuel Cruz, catedrático de Filosofía, número dos por la circunscripción de Barcelona y en su primera legislatura; María Mercè Perea, teniente de alcalde en L’Hospitalet y diputada las dos últimas legislaturas; Lídia Guinart, teniente de alcalde en Santa Coloma de Gramanet, periodista y diputada las dos últimas legislaturas; y Joan Ruiz, secretario de organización en Tarragona y diputado las cuatro últimas legislaturas.
Lamuà incide en “la situación especial que va a vivir Cataluña en este curso político 2016-17 en el que va a haber la última aceleración, el último órdago, que quieren lanzar los independentistas al Gobierno de España” para no virar del no a la abstención. “Se necesita necesariamente un PSC fuerte que siga defendiendo las posturas del catalanismo político, que tiene que ser el punto central en el que se vuelva a reanudar la convivencia política de todas las partes en Cataluña. Por eso creemos y por eso hemos pedido confianza y comprensión a los compañeros del PSOE para que podamos mantenernos en el no”, esgrime.
José Zaragoza, exsecretario de Organización del PSC, renunció de la dirección del grupo parlamentario después de que el PSOE le invitara a hacerlo cuando el PSC votó, por vez primera, diferente. Fue en una propuesta de resolución sobre el derecho a decidir de los ciudadanos de Cataluña mediante un referéndum legal y acordado con el Gobierno de la nación que presentó CiU y no salió adelante. "Estamos convencidos de que con el diálogo solventamos los problemas", se ha mostrado conciliador esta semana.
Margarita Robles, número dos por Madrid como independiente esta legislatura, votará con “orgullo y con verdadero honor”, no a la investidura de Rajoy. “Ese es el compromiso que asumí cuando me presenté como independiente. El PSOE tiene que ser el partido del cambio y no podemos de ninguna manera aceptar que con la abstención del PSOE puedan continuar cuatro años más de Gobierno de Rajoy, que han traído a España la desigualdad, la pobreza, que han limitado los derechos y las libertades, que no se han preocupado de los dependientes, de las mujeres, de los parados, de los jóvenes”, argumenta. “Por eso, con toda contundencia, precisamente con coherencia, por responsabilidad, porque creo que es lo que quieren los militantes y los votantes socialistas, y porque creo que es lo mejor para España, votaré no a Mariano Rajoy”, es el razonamiento de la magistrada.
Zaida Cantera, número seis en la lista de Sánchez por Madrid como independiente, votará en contra por “conciencia”. “Cuando estuve en la campaña electoral me comprometí a que las políticas de Mariano Rajoy y del PP no seguirían. Me comprometí con los más débiles, con las mujeres que sufren violencia de género, con aquellas personas que tienen necesidad de ser atendidas en el sistema sanitario, con nuestros jóvenes a que iban a tener una educación igualitaria, con todas las políticas sociales del PSOE... Y para mí, la palabra es muy importante”, explica la excomandante. “La palabra es mi razón de ser. La palabra que os he dado es mi valor. Y sin mi palabra, ¿a quién defendería en esta Cámara? ¿Qué políticas defendería? Si queremos cambiar nuestra palabra, deberíamos de consultaros”, explica Cantera, diputada las dos últimas legislaturas.
Odón Elorza, diputado vasco y exalcalde de San Sebastián votará no a Rajoy por “conciencia y por razones de ética”. “De entender la ética y la política como un compromiso con el electorado, un compromiso con un programa electoral, un compromiso en torno a un proyecto de transformación y cambio que entiendo que, si no voto que no, se ve realmente alterado, se ve perjudicado en su credibilidad, en la confianza de la militancia y la ciudadanía y la sociedad española hacia el PSOE”, razona en conversación con este diario.
Elorza pidió la libertad de voto en la reunión que diputados y senadores mantuvieron con el presidente de la gestora, Javier Fernández, la semana pasada, basándose en el artículo 33 del reglamento del grupo parlamentario: “El pleno del grupo parlamentario podrá excepcionalmente acordar la libertad de voto por razones de conciencia una vez oídas las razones del parlamentario o parlamentarios solicitantes”. Elorza reivindicó un Gobierno alternativo al de Rajoy que "no se pudo intentar porque se boicoteó al secretario general". Considera la abstención “una circunstancia muy dura para el conjunto de los socialistas”. “Para todos nosotros, pero creo que por razones de conciencia y con pleno convencimiento votaré que no porque es el compromiso que en su día establecimos con el electorado y no le podemos traicionar”, zanja.
Pere Joan Pons, exjefe de gabinete de la presidenta de Baleares, Francina Armengol –fue, de los siete presidentes autonómicos, la única que se mantuvo en sintonía con Sánchez- y diputado esta legislatura, considera que el PSOE ha tenido una posición “razonable y razonada” desde el 20-D, “dando soluciones” y “tratando de proponer un Gobierno alternativo que liderase el cambio y que liderase el diálogo”. “Me presenté con un compromiso, que era luchar por Baleares y luchar con un no a Rajoy. Hoy es imposible para mí por razones éticas, políticas y morales (…) Hoy me es imposible validar unas políticas de alguien al que batallé y luché durante toda la campaña”, justifica.
Sofía Hernanz forma parte de la dirección del grupo parlamentario socialista. Diputada las tres últimas legislaturas y licenciada en Derecho, también es de la absoluta confianza de Armengol. La posición de los dos diputados por Baleares implica que, aparte del PSC, todos los parlamentarios de la federación del archipiélago se oponen a la abstención en bloque.
María del Rocío de Frutos, diputada por Ourense las últimas dos legislaturas, votará no “convencida”. “Durante toda la campaña les prometimos a los ciudadanos, a los votantes, a la sociedad, que era necesaria otra forma de hacer política, que no podíamos soportar tener más trabajadores pobres, que no podíamos soportar que nos recortaran nuestros derechos, nuestras libertades, que nos hicieran más pobres… Y, desde luego, con mi voto no va a ser”, observa la parlamentaria gallega. “Pase lo que pase. Asumiendo cualquier tipo de consecuencia”, subraya esta licenciada en Derecho e inspectora de Trabajo y de la Seguridad Social.
Susana Sumelzo, diputada las tres últimas legislaturas por Zaragoza y responsable de la secretaría de Administraciones Públicas en la ejecutiva federal de Pedro Sánchez, cree que abstenerse es “ceder el liderazgo de la oposición” a Podemos. La parlamentaria aragonesa, exsenadora y licenciada en Derecho, remite a la “coherencia” con el discurso en las campañas de las elecciones generales del 20-D y del 26-J para que el PSOE no pierda “credibilidad”.
María Luz Martínez, diputada por Palencia las dos últimas legislaturas, se ha sumado a última hora, tras varios días de reflexión, a los parlamentarios que han optado por el no a Rajoy.

martes, 25 de octubre de 2016

“¡Cuánto tiempo hemos gastado en demonizar a unos compañeros contra otros!”

La fractura entre los partidarios y detractores de la abstención a la investidura de Mariano Rajoy, opción que se impuso en el comité federal del PSOE, provocó uno de los debates más intensos en la historia reciente de los socialistas. Sus consecuencias están todavía por determinar. “¡Cuánto tiempo hemos gastado en demonizar a unos compañeros contra otros, cuánta energía, cuánto insulto entre nosotros!”, reconoció las fricciones internas Susana Díaz, como reflejan las grabaciones de las intervenciones, a puerta cerrada, a las que ha tenido acceso EL PAÍS.
“Nuestros adversarios políticos están ahí fuera, esperando a que nos destrocemos entre nosotros y a que nos hundamos nosotros solos”, advirtió por su parte Patxi López. El exlehendakari también cuestionó que el PSOE vaya a contar con margen para ejercer una oposición tenaz. “Algunos creen que podemos gobernar desde la oposición. ¿Olvidamos que le damos a Rajoy la mejor y mayor herramienta que tiene un presidente, que es convocar las elecciones cuando le dé la gana? ¿Y qué, va a permitir que le estemos destrozando el legado? ¡No hombre! Convocará elecciones, y a la gente no se le habrá olvidado [la abstención]”, argumentó. “No compremos hoy un respiro momentáneo al precio de ahogarnos en el futuro”, concluyó López. Su discurso fue uno de los más celebrados por los partidarios de mantener el no al PP.
Frente a esta tesis, el sector favorable a permitir un Ejecutivo del PP argumentó que el PSOE podría controlar al Gobierno en el Parlamento mientras ganaba tiempo para curar las heridas en carne viva del partido. “Si fuera por algunos partidos, estaríamos haciendo muchas más elecciones, repitiendo por tercera, por cuarta y por quinta vez, hasta que se demostrara que este sistema del que disfrutamos gracias a una Transición que consideran un candado, no sirve. Yo, como socialista, eso no puedo compartirlo”, razonó Susana Díaz.
La dirigente del PSOE-A, la federación socialista más poderosa, apeló al fin de las rencillas y a que triunfen los socialistas. “No somos ni buenos ni malos, ni de izquierdas ni de derechas”, concluyó, trasladando así que abstenerse no se reñía con los valores del PSOE. “Yo no creo que en este comité haya nadie más socialista que nadie. Rechazo el maniqueísmo, la simplicidad”, apuntó en este sentido Óscar López, uno de los defensores del no. “Nadie es más de derechas por defender la abstención. ¡Y nadie es un rojo radical por defender el no a Rajoy, no lo es!”, expuso el senador, al que la gestora ha relevado como portavoz en la Cámara alta.
“Lo que estamos aprobando es incumplir con nuestra palabra, y creo que el camino es la reconciliación con la izquierda, no asumir de una manera catastrófica para el partido una mala entendida responsabilidad”, defendió César Luena, secretario de Organización con Pedro Sánchez. “Yo no quiero a Rajoy como presidente del Gobierno de España”, dejó a su vez claro Guillermo Fernández Vara. El dirigente de Extremadura es el único presidente autonómico del PSOE que ha defendido en público la abstención como remedio a la falta de Gobierno.
Fernández Vara hizo hincapié en que en el congreso en el que PSOE elegirá a su secretario general, todavía sin fecha, los socialistas primero debatan “de ideas y, después, de personas”. “Porque si no debatimos de ideas dará igual que sea Pepe que Juan”, zanjó. “Hacéis todos los cálculos pragmáticos que queráis, pero con este cambio exprés lo que hemos perdido es la credibilidad”, reprochó al sector pro abstención José Antonio Pérez Tapias, exportavoz de la corriente Izquierda Socialista.
“¿De verdad creéis que para Rajoy esta legislatura va a ser un infierno?”, sostuvo Idoia Mendia. Cuando estás en el Gobierno, mandas. Lo difícil es llegar (...) Vamos a estar desdibujados, sin liderazgo en la oposición. No vamos a ser fundamentales para nada”, expresó la secretaria general de los socialistas de Euskadi.
“Un partido que en realidad compite por una radicalidad de izquierdas con otro partido para liderar una minoría de izquierdas fragmentadas. Ese no es nuestro papel, el PSOE es otra cosa”, esgrimió Ramón Jáuregui, nombrado portavoz en el Parlamento Europeo en la actual etapa de transición de los socialistas. “Rivalizando con la izquierda seremos más radicales, ¡pero seremos menos fuertes porque hay menos izquierda, joder!”, sentenció.
Además de no compartir sus argumentos, Josep Borrell, expresidente del Parlamento Europeo, reclamó la consulta a la militancia. “La tradición histórica del PSOE hasta la Guerra Civil es de participación directa de los militantes en las decisiones importantes. La historia está escrita. Por favor, no la falseéis. Debían ser unos grandes podemitas, Javier, porque recurrían al voto directo de los militantes cada vez que había una decisión que tomar”, se refirió con ironía al presidente de la gestora, para quien el PSOE “se ha podemizado”.
“Un Gobierno de Rajoy no merece el dolor que estamos pasando”, reflexionó José Luis Ábalos, secretario general de la provincia de Valencia. Al revés que él, Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, declinó hablar. Tampoco lo hicieron Javier Lambán, de Aragón, y Emiliano García-Page, de Castilla-La Mancha.

Madina rebate a las “conciencias puras y perfectas”

Eduardo Madina no se considera “un hereje” por votar a favor de la resolución partidaria de la abstención al PP en segunda votación en el Congreso. “No contradice mi convicción con mi responsabilidad. Yo me estudié a fondo a Max Weber en la Universidad y no hay contradicción alguna en la existencia de ambos polos en mi votación”, apuntó.
“Claro que en origen éramos un partido asambleario, como todo el movimiento obrero. Hoy es distinto porque ha pasado un siglo”, observó ante la solicitud de Josep Borrell de consultar a las bases. “¿Puede el sistema institucional español someterse a las conciencias puras y perfectas de algunos? Es un discurso muy de Errejón”, rebatió a los partidarios del no al PP.
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lunes, 24 de octubre de 2016

La abstención del PSOE y su reverso

No se puede decir que la decisión del Comité Federal del PSOE de abstenerse y permitir un nuevo gobierno del PP haya resultado nada sorprendente. Ha sido el escenario base de la mayoría de análisis y predicciones realizadas desde antes incluso de que se celebraran las elecciones generales del 20 de diciembre del año pasado. También era previsible que esa decisión resultara traumática para el PSOE, y que incluso pudiera comportar la caída de Pedro Sánchez como secretario general.
Sin embargo, probablemente nadie supo pronosticar (un año atrás) que esa abstención de los socialistas iba a materializarse gratuitamente, sin ninguna contrapartida.
O casi ninguna: la abstención permite ganar tiempo y evitar unas elecciones en las que, aparte de un temible (aunque incierto) castigo electoral, hubiera sido obligatorio realizar una consulta a las bases para la elección del candidato. Desde que una parte del aparato territorial del partido forzara la defenestración de Pedro Sánchez en el Comité Federal del 1 de octubre, evitar cualquier decisión que implique consultar, de un modo u otro, a la militancia ha sido y será el criterio primordial en la actuación de la gestora del PSOE. Al menos, hasta que se haya apaciguado (¿‘cosido’?) la fractura interna en la organización.
Sin duda, el dilema que tenían ante sí los miembros del Comité Federal de este fin de semana era tremendo y les ha forzado a escoger entre lo malo y lo peor, sin tener la certeza de qué era lo uno y qué era lo otro.
El problema para los socialistas es que la fórmula para ganar tiempo (dejando formar gobierno a Rajoy en un parlamento tan fragmentado) produce un escenario muy inestable, que difícilmente les aportará el margen de tiempo y fuerzas necesarios para la tarea de reconstrucción de la organización, menos aún para elegir y foguear un nuevo liderazgo alternativo que consiga suscitar el consenso interno. En ese intento, el PSOE afrontará dos dilemas cruciales, uno interno y otro externo, que condicionarán su rol de oposición.
La abstención del PSOE y su reverso© Proporcionado por Zeta Digital S.L.U. La abstención del PSOE y su reverso

Dilema 1: ¿tolerar o aplastar la indisciplina interna?


A pesar de que algunos habrán leído con optimismo que la abstención haya reunido más apoyos, dentro del Comité Federal, de los que forzaron la caída de Sánchez tres semanas antes, el PSOE no solo sale de este proceso profundamente dividido sino que las líneas de fractura interna se solapan entre sí, reforzando el peso de la brecha entre unos y otros: fracturas territoriales, respecto al papel de la militancia en el proceso, respecto al perfil de los votantes que aspiran a representar, respecto a la estrategia de competición con Podemos, respecto a cómo afrontar la cuestión soberanista catalana y al diálogo que se ha de mantener con los partidos nacionalistas periféricos… Cuanto más ajustada a la realidad pueda resultar esta percepción, mayor es el riesgo de que se estén fraguando facciones irreconciliables.
A fin de evitar esa imagen de fractura en el grupo parlamentario, la dirección provisional tratará de forzar la disciplina entre los diputados socialistas mediante veladas amenazas de represalia a quienes no respeten la decisión del Comité Federal. Diversos analistas han recordado estos días el valor positivo de la disciplina para los partidos. No obstante, el significado de la disciplina parlamentaria cobra sentido para los partidos ante decisiones individuales que rehúsan respetar la decisión mayoritaria.
Por el contrario, cuando los rebeldes constituyen un grupo sustantivamente mayor y articulado, el problema tiene que ver, más bien, con el trilema de Albert O. Hirschman sobre salida, voz y lealtad en las organizaciones. Así, por razones diversas (y siempre obviamente discutibles) una minoría relevante del PSOE rechaza abstenerse ante Rajoy, significativamente en aquellos territorios donde Podemos y sus confluencias les están superando o ya han superado y se arriesgan a acabar en la irrelevancia política. Por ello, tratan de conjugar su lealtad al partido con una voz diferenciada, que permita representar en el PSOE a los militantes y votantes que no comparten la decisión táctica del PSOE. De resultar efectivo, el empleo de esa voz posiblemente no se limitaría solo a la investidura sino que podría resonar durante lo que quede de legislatura.
El problema es que esa voz implicaría acumular el desgaste de la abstención en aquellos que sí facilitarán la elección de Rajoy, y en sus líderes, lo que podría inhabilitar a estos últimos, a ojos de los militantes, como aspirantes a dirigir el partido en los próximos meses. Para evitar esa situación, los defensores de la abstención tratarán de forzar la lealtad y compartir la ‘mancha negra’ de la abstención entre todos los diputados. Y con ello podrían amenazar con la salida (la expulsión o degradación de estatus) a los que empleen su voz.
Esta opción de salida tendría algunas derivadas internas para la batalla por el liderazgo del partido a corto plazo.
La salida del PSC podría implicar su apartamiento de los principales órganos del PSOE. Esta decisión afectaría, entre otros, al equilibrio de fuerzas dentro del Congreso Federal, puesto que la salida de los delegados catalanes aplanaría la mayoría para las federaciones del sur, cuantitativa y cualitativamente.
De igual forma, la salida individual de diputados y afiliados críticos con el golpe de timón de esta semanas perjudicaría esencialmente a los partidarios de la opción Sánchez (que no significa necesariamente el candidato Sánchez), quienes verían decrecer sus apoyos internos en beneficio de otras opciones.
Todo ello puede suscitar algunos cálculos interesados en el corto término. Pero en el largo plazo, como Hirschman pronosticaba, el recurso (o la imposición) de la salida para los críticos marcaría probablemente el declive irreversible del PSOE, al menos como opción mayoritaria de la izquierda que aspire a recuperar ese electorado perdido que identificaba Ignacio Urquizu en un artículo reciente.

Dilema 2: ¿combatir al gobierno de Rajoy o conjurar un nuevo adelanto electoral?


La decisión adoptada por el Comité Federal asegura, de nuevo, la presidencia para Mariano Rajoy. Los dirigentes socialistas han tratado de argumentar que la abstención sin contrapartidas podría significar una oportunidad para desmontar el edificio legislativo levantado por el PP en la anterior legislatura. Dejar gobernar al PP para humillarlo políticamente.
Esta operación se presume altamente improbable. Si bien es cierto que un gobierno en minoría funcionará con una lógica distinta de la mayoría absoluta con que Rajoy gobernó sus primeros años, diversos factores favorecerán la iniciativa del Gobierno: primero, porque las reglas de funcionamiento le otorgan al ejecutivo preeminencia ante el legislativo en el proceso político, como apuntábamos hace algunas semanas; segundo, porque la mayoría absoluta del PP en el Senado ralentizará las iniciativas contrarias no pactadas; tercero, por la inevitable disputa entre partidos de la oposición por ganar perfil propio, lo que en ocasiones favorecerá acciones conjuntas, pero en muchas otras, lo contrario; por último, no hay que olvidar factores de orden no estrictamente parlamentario que refuerzan la posición estratégica del PP en las autonomías gobernadas por los socialistas (donde Podemos aprovechará cada momento para exponer la vulnerabilidad de los barones del PSOE) y el control indirecto sobre las finanzas autonómicas que ejerce el Ministerio de Hacienda desde que España se encuentra intervenida de facto por la Unión Europea.
En realidad, en pocos días Rajoy volverá a recuperar todos los resortes del poder, algunos de los cuales llevaban congelados desde que se convocaran las elecciones de 2015. El más importante de ellos, el botón para decidir cuándo concluirá la legislatura.
Por eso, podemos esperar a partir de ahora que el calendario de lo que queda de legislatura coincidirá grosso modo con el calendario interno del PP, que Rajoy programará tanto para –ahora quizá sí- organizar su sucesión como para planear la recuperación de aquellos gobiernos autonómicos y municipales perdidos hace un año.
En ese contexto, no está claro que el PP opte por avanzar excesivamente la disolución de la legislatura a la próxima primavera o verano (como se especula). Ante esa amenaza, el PSOE seguirá debatiéndose continuamente entre tratar de combatir la minoría del PP, obstruyendo la gobernabilidad, o bien de cooperar con el PP con el fin último de evitar un indeseable anticipo electoral. En ambos casos, el PSOE tendrá la competencia asegurada de Podemos y Ciudadanos, que tratarán a su vez de resolver mediante el juego parlamentario sus propias contradicciones internas.
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lunes, 10 de octubre de 2016

Elsa Osaba, asistente al congreso y autora del articulo 











































































































































































Tras mi asistencia a las Jornadas Transfronterizas, regresé con el sabor agridulce de observar y vivenciar, tantas desigualdades, entre las distintas autonomías en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica. No voy a hacer comparaciones con el país vecino. Me atendré y resumiré los actos habidos en Aragón. Las comparaciones las podréis hacer libremente. Fluyen por osmosis.
* Fuimos recibidos por los tres poderes: las Cortes de Aragón con su Presidenta Violeta   Barba y la de Navarra: Ainhoa Aznárez.
El Alcalde nos recibió en la sala del Ayuntamiento. En la Plaza del Pilar frennte al Consistorio y con los concejales de distintos partidos se dió por inaugurado una gran placa de hierro oxidado por los funcionarios asesinados entre 1936 y 1939. Asistió numeroso público acompañando a Víctimas del Franquismo y familiares.
El vicepresidente de la Diputación nos animó con el siguiente mensaje: la Memoria Histórica es necesaria.
* En paralelo, Zaragoza ilustró a sus ciudadanos y visitantes con tres exposiciones:
Una dedicada al artista plástico Ramón Acín; otra a los Niños de la Guerra de la Asociación AGE( Archivos de Guerra y Exilio) y un Reportaje fotográfico de Jehanne van Woerkom dedicada de un modo lírico a las secuelas amargas del franquismo.
* Se valoraron altamente- sobre todo aquellos residentes de Madrid- las intervenciones de los responsables de las políticas  educativas desde los organismos públicos de Aragón; de la Generalitat de Catalunya y del gobierno de Navarra. Sus mensajes iban encaminados hacia una democratización sin miedos, a transmitir la Memoria de los abuelos  luchadores de la Libertad y valores, como legajo hacia las generaciones venideras.
* Las Jornadas terminaron con una Ruta de la Memoria en la Cárcel y Cementerio de Torrero. Se valoró la competencia y sensibilidad de los guías.
Sobrecogió el Memorial con todos los nombres de las Víctimas ejecutadas, asesinadas de Zaragoza y alrededores.
La voz de Lucía Sócam nos acompañó y alivió en las tristezas de aquellas víctimas a las que se les segó tan irracionalmente la vida. Por todos y cada uno de ellos: no os alvidamos.
* Los colectivos de hijos del Exilio francés dinamizaron las Jornadas.
* El resumen del contenido de las Jornadas fue rico y variado, desde las exposiciones del juez Martín Pallín que denunciaba las continuadas prevaricaciones de los jueces al no personarse en las exhumaciones o que la indiferencia de la Justicia hace que la democracia no llegue para los que lucharon por ella o que con la Ley de Amnistía se incumple el Pacto Internacional de Derechos Civiles y no escucha al Relator de la ONU Pablo Greiff que pide que se derrogue esa Ley de Amnistía que atenta a los derechos de las Víctimas del Franquismo....etc..
Otro de los dinámicos oradores, llegado de más allá de los Pirineos- Raymond Villalba, hijo de Exiliados Repúblicanos afincado en Oloron Ste. Marie, es el intrépido soñador de las Jornadas. Se sentía satisfecho por la placa a la Memoria de los funcionarios del Ayuntamiento entre 1936/ 1939. No invitaba a no Olvidar la felonía de los que se sublevaron; ni la traición de Francia condenando a los españoles en los campos de concentración vergonzosos para el país símbolo de la Libertad. Nos recordó a esos guerrilleros que lucharon contra el nazismo en cualquier rincón de EuropaSus intervenciones están siempre
impregnadas de fuerza y optimismo.
La figura más presente fue la Educación. No sólo se la mencionaba, sino que se expusieron las políticas educativas encaminadas por las distintas regiones de un lado y otro de los Pirineos veían en ella el motor de transmisión de la Memoria en
los más jóvenes.
Hubo ponencias que narraban las dificultades con los Archivos españoles; Soledad Luque expuso objetivamente toda la vergonzosa trama de los bebés robados; se agradeció con calurosos aplausos la labor comprometida de los historiadores ;...etc...
Fueron Jornadas densas, emotivas, respetuosas,.....magnífica la organización. Gracias a todos ellos. Hasta el próximo año ....¿en Toulouse? Entonces: au revoir !

domingo, 2 de octubre de 2016

La verdad de los panaderos del 'no' de Pedro Sánchez

Aquel jueves de primeros de agosto, en el horno de piedra, entre harina, levadura, sal y masa madre, con gorro rojo y delantal blanco, trabajaban los dos panaderos, Jesús y Felipe.
-Yo creo que Pedro Sánchez anda por ahí, por la frutería -dijo Jesús.
-No será él... Tendrá que ir con guardaespaldas -replicó Felipe.
-Pues no me he dado cuenta...
Los dos sacaron la cabeza por el mostrador lleno de barras alargadas, tornillos de pan payés, hogazas y bollos, y sí: el hombre de 1,90 metros, pantalón oscuro y camisa azul cielo, con un par de frutas en la mano, sonrisa y la sombra de los escoltas, era el secretario general del PSOE.
-¿Nos hacemos una foto con él?
-¡Vamos!
Esa mañana, en la panadería de un hipermercado Carrefour en Pozuelo de Alarcón, Madrid, a menos de 10 minutos en coche de su casa, es donde Pedro Sánchez, según ha contado, apuntaló en verano su decisión de mantener el no a Mariano Rajoy que tan caro le está costando.
La anécdota la ha publicado la periodista de EL MUNDO Lucía Méndez en estos días de guerra fratricida en el PSOE. Según le confesó el propio Sánchez, y frente a quienes le acusan de no escuchar a nadie y enrocarse en su postura, tras las elecciones del 26 de junio el socialista sopesó seriamente la posibilidad de que su grupo parlamentario se abstuviera en la investidura de Rajoy, y para decidirse habló con dirigentes, militantes y simpatizantes de toda España que le transmitieron la opinión generalizada de que el partido no debía facilitar el Gobierno popular. El socialista lo ilustró con este episodio en concreto: un día, en la panadería de estos grandes almacenes, dos dependientes que se declararon votantes del PSOE debatieron con él sobre el tema. Uno de ellos se dijo partidario de la abstención y el otro, del no. Pero, al final de la charla, el segundo acabó convenciendo al primero. Se impuso el «no es no» que la militancia, según Sánchez, apoya sin fisuras.
Crónica ha localizado a ambos panaderos, y se ha encontrado con una sorpresa. Una versión distinta. La desvela Jesús, el más veterano de los dos, oficial de primera, afiliado a UGT, con las manos en harina desde los 14 años y socialista desde la primera vez que votó. «Pedro no tuvo ningún problema en hacerse la foto», recuerda. «También se hizo fotos con otras compañeras; estuvo un rato. La verdad es que fue muy agradable», explica el panadero. «Después de la foto es cuando me puse a hablar con él. Las críticas las admitió bien, ¿eh? Las admitió bien el hombre».
Retomando: a eso de las 10 y media de la mañana, cerca ya de la hora del descanso, Pedro Sánchez se desprende de su bolsa con frutas y accede a posar sonriente con Jesús y Felipe, gorro de panaderos, uniforme de panaderos, zapatos blancos de goma, Jesús con delantal. El líder socialista, que les saca un par de cabezas, los abraza por la espalda, casi paternal. Tras el clic, Jesús, que como lo de ser panadero es socialista «desde niño», le retiene:
-Pedro...
-Dime.
-Pedro, yo pienso que deberíamos abstenernos y dejar gobernar al PP.
-Aunque nosotros nos abstuviéramos, que no estoy por la labor, no iban a poder gobernar -respondió Sánchez-. No podemos abstenernos, es muy complicado.
-Yo no veo otra salida, porque a los socialistas las terceras elecciones nos llevarían a un fracaso absoluto. Nos llevarían («se lo dije así, literalmente», advierte el panadero, prudente) a la mierda.
-¿Tú crees?
-Estoy seguro.
-Hombre, yo creo que no.
-Bueno, pues tú mismo...
Mientras tanto, según el relato de Jesús, su compañero Felipe, experto en bollería, escuchaba la conversación, sin intervenir ni mucho menos definirse; sin defender el «no es no». «Nadie convenció a nadie», resume el panadero. «Yo sí me quedé sorprendido de que él [Pedro Sánchez] estuviera tan convencido de que unas terceras elecciones no serían algo tan malo... Aun así, encajó bien mis dudas. Pero no siguió mi consejo», sonríe.
La promesa rota
© Proporcionado por elmundo.es
Otra conversación que Pedro Sánchez mantuvo este verano hizo estallar este miércoles la batalla en el PSOE. El ex presidente Felipe González afirmó sentirse «engañado» porque el socialista le había dicho que el partido se abstendría en la segunda votación de Rajoy. Fue el 29 de junio, según reveló González en la radio: «Realmente me siento engañado porque me dijo que iba a hacer una cosa y luego fue otra». Unos días después, a los panaderos Sánchez no les mintió: les dijo, subraya Jesús, que no pensaba abstenerse. Que no podía. Era primeros de agosto y ya parecía tenerlo «muy claro».
Las declaraciones de González han precipitado esta semana el insólito golpe de mano de los críticos capitaneados por la presidenta andaluza, Susana Díaz: el mismo miércoles por la tarde llevaron a la sede del PSOE en Ferraz la firma de 17 miembros de la Ejecutiva socialista para forzar la dimisión del líder, bajo el argumento de que Sánchez había secuestrado al partido y de que, pese a encadenar derrotas electorales, la última en el País Vasco y Galicia, pretendía blindarse con el voto de la militancia en unas primarias que, acosado por los críticos, anunció para el 23 octubre.
Los panaderos son socialistas; eso sí es cierto. Aunque Jesús matiza: socialista «desencantado». «Yo soy socialdemócrata», proclama. En Herencia, el pueblo donde nació (8.800 habitantes, a 79 kilómetros de Ciudad Real), iba a reuniones del PSOE. Cuando se trasladó a Madrid, hace tres décadas, menos. «Pero siempre les he votado». En las últimas elecciones, sin embargo, el panadero experto en pan payés se inclinó por Izquierda Unida; es decir, Unidos Podemos. Y eso que Pablo Iglesias no le gusta nada: «Lo veo muy dictador. Han intentado destruir al PSOE. Bueno, ahora con la ayuda del PSOE, como se está viendo...». Sonrisa amarga. «Lo que pasa es que a partir de Rubalcaba no ha habido un liderazgo que ilusione ni una oposición buena ni unas políticas adecuadas», dice el panadero, que reivindica «las políticas para las clases medias-bajas».
Ahí se encuadra él. Jesús empezó trabajando de adolescente en el obrador de unos amigos de la familia, en el pueblo; después hizo la mili y pasó a una fábrica de pan en Madrid. Hoy amasa con ayuda de una máquina y hornea más de 150 barras y hogazas de pan al día en la multinacional francesa de alimentación: con pasas y nueces, hogaza gallega...
Después de Felipe González y de lo que los sanchistas llaman «golpe de Estado» a la cúpula del PSOE, habló la más esperada, Susana Díaz. El jueves por la tarde, en una escenificación de poder, aclamada por los suyos, la baronesa andaluza se ofreció a «coser» el partido. Y dijo otra cosa: «Tenemos que entender que el PSOE no es sólo patrimonio de sus militantes». También de sus «millones de votantes». Como estos panaderos.
"No soy de derechas"
Jesús tiene hermanos afiliados al PSOE. Todos lo mamaron en la casa donde nacieron. Sus padres, campesinos que cultivaban vides y cereal, fueron del partido «de toda la vida». La madre aún vive: 93 años y sigue votando al Partido Socialista Obrero Español. «Lo contrario sería traicionar su identidad». Hace 16 años se afilió al sindicato UGT. Y, como a Díaz (que tampoco le convence «nada», puntualiza), a este panadero le ha molestado que quienes defienden la abstención ante el PP sean señalados como socialistas de derechas. Él, que suspiró por un gobierno de izquierdas cuando Sánchez acarició la posibilidad de la mano de Ciudadanos, aunque le habría gustado que el socio preferente hubiera sido Podemos.
«Pedir la abstención no es de derechas, todo lo contrario. ¡Si con cada elección el PP va a ganar más votos! Una negativa por cabezonería, porque he dicho que no y no, es llevarnos a ningún sitio».
Y sigue: «Hay que pensar en el país antes que en el partido. Hay que dejarles gobernar de forma condicionada y después hacer una buena oposición». ¿Sus condiciones? Dos: que el candidato no sea Mariano Rajoy y que ningún miembro del Gobierno esté involucrado en casos de corrupción. «A lo mejor es difícil, a ver si lo consiguen», añade con sorna.
Aquella mañana de agosto, Sánchez se marchó con un par de barras de pan y un consejo que no llevó a la práctica. Desde estas líneas [escritas el pasado viernes], y como «simple ciudadano» que quiere volver a votar al PSOE, el panadero le da otro: «Debería dimitir y que haya primarias, más adelante. Así no podemos». Ya no le podrá hacer caso.
Pedro Sánchez dimitió ayer tras el acoso de los críticos.