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martes, 16 de junio de 2015

Podemos alerta de un "tamayazo en diferido" contra Ahora Madrid

Rafael Mayoral muestra su "honda preocupación" ante "la situación artificial" que, a su juicio, algunos han creado con los tuits del dimitido concejal de Cultura del Consistorio de Madrid


MADRID.- El secretario de Relaciones con la 
Sociedad Civil de Podemos, Rafael Mayoral, ha mostrado hoy su "honda preocupación" ante la posibilidad de que la polémica generada por los tuits de varios concejales de Ahora Madrid responda al interés de algunos de trabajar a favor de un "tamayazo en diferido".

Tras asegurar que Podemos no comparte el tono de la polémica sobre los tuits del exconcejalGuillermo Zapata, Mayoral, en rueda de prensa tras la reunión de la ejecutiva del partido, se ha mostrado partidario de escuchar el debate que ya está en la opinión pública y abrir una reflexión sobre esa posibilidad tras la "situación artificial" que se está generando.

"No queremos creer que sea así, pero hay quien empieza a hablar de la posibilidad de un tamayazo en diferido. No queremos creerlo", ha insistido en relación a los ataques que han recibido varios concejales del equipo de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por tuits escritos hace cuatro años.

Doble vara de medir
En este sentido, ha comparado esos mensajes con declaraciones de dirigentes del PP como Pablo Casado y Rafael Hernando, quienes -ha dicho- no han tenido "ningún decoro" en "prevalecerse" de sus cargos públicos para denigrar con sus declaraciones a las víctimas del franquismo que continúan "en las fosas y en las cunetas" cuando el Gobierno no ha cumplido las obligaciones internacionales en derechos humanos sobre personas desaparecidas.

"Carecen de absoluta fuerza moral gente" como el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que tiene en su equipo a "una señora que ha rendido homenaje a una unidad militar nazi", ha denunciado Mayoral en alusión a la entrega de un diploma en 2013 a la Hermandad de Combatientes de la División Azul por la entonces delegada del Gobierno en Catalunya, María de los Llanos de Luna.
Para Mayoral no tiene "ni pies ni cabeza" que personas con esa "catadura moral" piensen que se puede abrir un procedimiento judicial a Zapata por sus mensajes en Twitter y se preocupen tan poco por"las cuentas en Suiza" y los casos de corrupción, actitud que, según él, "sonroja a cualquier demócrata".

Respecto a los tuits del concejal de Participación, Pablo Soto, sobre el exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, Mayoral ha admitido que no comparte sus valoraciones "lamentables", si bien ha recordado que fue el exalcalde de Madrid quien "nos puso en vergüenza internacional cuando se negó a retirar el monumento a la unidad militar nazi de la Legión Condor" y "tuvo que ser la embajada de Alemania quien lo hiciera".

"Cada cual se califica a sí mismo más por sus actos que por sus tuits", ha enfatizado.
Mayoral: "Cada cual se califica a sí mismo más por sus actos que por sus tuits"
Sobre la imputación de la diputada de la asamblea de Madrid Rita Maestre por la protesta que varios colectivos llevaron a cabo en la capilla de la Universidad Complutense de Madrid en 2011, Mayoral ha se ha limitado a señalar que hay un procedimiento judicial pendiente por una movilización que simplemente reclamaba la laicidad en la educación pública.

Mayoral ha saludado las primeras medidas adoptadas tanto por Carmena como por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que a su juicio han demostrado que se han puesto "al lado de la gente" con medidas como la paralización de desahucios.

"Vamos a ser extraordinariamente respetuosos con las candidaturas de unidad popular y ciudadana", ha añadido tras calificar de "acertadas" sus primeras decisiones.

Y en concreto sobre la idea planteada por Carmena para que sean cooperativas de madres las que se encarguen de la limpieza de los colegios, el dirigente de Podemos ha dicho que le parecen "muy interesantes" este tipo de iniciativas en favor de la economía social que son otra forma de generar empleo sostenible.

El hijo del presidente del sindicato ultra Manos Limpias asciende a la cúpula policial


Sede de Manos Limpias
Sede de Manos Limpias
Lleva más de 40 años en el Cuerpo Nacional de Policía, pero su trayectoria no ha sido destacada ni por grandes operaciones policiales ni por conocidos arrestos. Se llamaPorfirio Jiménez y ha sido comisario del distrito de Chamberí desde que le nombró el PP, antes había desempeñado el mismo cargo en la comisaría de Vallecas. Sin duda, un distrito menos amable.
Su nombre se hizo más conocido por ser vocal en el Consejo de la Policía por el Sindicato Profesional de la Policía (SPP). A finales de la semana pasada juró su nuevo cargo de comisario principal y este lunes se publicó su nombramiento como secretario general de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), dirigida por el comisario Eugenio Pino. Este es un cargo elegido a dedo por el propio Pino, que como Jiménez milita en el SPP, sindicato al que están afiliados la mayoría de los adjuntos al DAO como el inspector jefe José Ángel Fuentes Gago, autor del informe sobre la compatibilidad de las actividades privadas del polémico comisario José Villarejo.

Lo que más ha sorprendido a las fuentes policiales consultadas es que al comisario Jiménez le quedan solamente tres meses para jubilarse. “Una de dos, o el DAO piensa que tras las elecciones, después del verano, se va a renovar toda la dirección adjunta operativa o es un nombramiento-regalo, con un aumento salarial antes de la jubilación”, aseguran.

Se padre, Francisco Jiménez Luis, es un octogenario que junto al conocido Miguel Bernard creó el sindicato ultra Manos Limpias. Tanto Bernard como Jiménez han sido militantes de diferentes partidos de extrema derecha. De Bernard es conocido que fue el secretario de Blas Piñar y militó en Fuerza Nueva. Fuentes de la extrema derecha sitúan sin embargo a Francisco Jiménez con el partido ultracatólico Alternativa Española (AES), que creó el yerno de Blas Piñar y conocido abogado Rafael López Diéguez.

Medalla blanca


La actividad de Porfirio ha sido más agradecida desde que el Partido Popular llegó al poder. El pasado año fue condecorado con la medalla blanca almérito policial, un galardón sin remunerar. Mientras, al comisario José Villarejo le concedían la roja, que va acompañada de un complemento salarial, por los servicios prestados en Catalunya.

Estos servicios prestados se referían al informe que la UDEF había realizado sobre el caso Pujol y que en un primer momento fue definido como falso por los propios mandos policiales. Sin embargo, a ese informe se agarró Manos Limpias para presentarse como acusación popular en la causa contra el ex president Jordi Pujol. Ahora, el sindicato y el comisario que consiguió los testimonios claves para la causa contra los Pujol han vuelto a cruzarse en la Operación Nicolás.

Casualmente, el sindicato Manos Limpias se querelló después de la concesión de las medallas contra el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, por la supuesta concesión arbitraria de las cruces rojas al Mérito Policial. En concreto, lo acusaron de los presuntos delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos.

A los sindicatos policiales también les ha sorprendido que el comisario Porfirio Jiménez aceptase este ascenso. Mientras fue vocal del SPP denunció que el actual Gobierno quería crear “un banco de comisarios afines al Gobierno”, debido a que se pretendía que la mitad de los comisarios principales no ascendiesen por antigüedad sino mediante un examen lo que podía suponer un “coladero”.

En concreto, el comisario Jiménez aseguró que “con esta reforma se instaura un sistema que favorece la manipulación del poder político". "El Gobierno de turno siempre tendrá la tentación de tener absoluta libertad para designar a las personas de su total confianza. Este sistema contamina políticamente la escala superior”, añadió. Por eso, algunos de sus antiguos compañeros del consejo se preguntan por qué ha aceptado este cargo, dado que "es un puesto totalmente político y de designación a dedo”. 

El 'Código Rojo' del teniente Segura: lee la primicia para 'Público'


El oficial, expulsado recientemente del Ejército por colaborar con la prensa publica su segundo libro: una novela en la que habla de tráfico de drogas, armas o suicidios en el mundo militar, así como los sectores de la sociedad civil que presionan contra la modernización de las Fuerzas Armadas



Portada de 'Código rojo', segundo libro del teniente expulsado del Ejército Luis Gonzalo Segura.
MADRID.- La primera novela del teniente Luis Gonzalo Segura, Un paso al frente (Tropo Editores), abrió una grieta en el dique de secretismo que se mantiene en torno las Fuerzas Armadas. Basada en las experiencias del oficial,expulsado del Ejército la pasada semana por el ministro de Defensa Pedro Morenés a instancias de los instructores disciplinarios castrenses, muchos militares vieron como por fin alguien se atrevía a contar el día a día que viven muchos soldados tras los muros de la institución. La corriente de denuncias no se detuvo en la obra, sino que continuó gracias a la colaboración de su autor con este medio, a través del blog Un paso al frente. En él, Segura recoge las denuncias de otros camaradas y critica las irregularidades en el seno de la institución.

En su nuevo libro, Código Rojo (Destino), Segura continúa tratando los diferentes temas que le han llevado a ser expulsado del Ejército. El tráfico de armas, de drogas, suicidios militares o la corrupción, prevaricación o mercadeo de influencias entroncan con la crítica de fondo a los sectores de la sociedad que impiden la completa modernización de las Fuerzas Armadas.

'Público' ofrece en exclusiva para sus lectores un capítulo de Código Rojo —el término militar que define el acoso extremo en el ámbito castrense—, que sale a la venta este martes.